lunes, 30 de abril de 2012

#64

Eleven.

#63

¿Me explicas tus pretensiones?
¿Me haces, al menos, un croquis de lo que tramas?

¿Qué no?
Pues ya sabes dónde está la puerta.
Mi paciencia tiene un límite que tú ya has cruzado cientos de veces.


atte.


domingo, 29 de abril de 2012

#62

Conclusión de la adaptación cinematográfica de The Hunger Games en tres palabras:
UN GRAN DESPERDICIO.


Atte.
Gé.

jueves, 26 de abril de 2012

miércoles, 25 de abril de 2012

#60

Todo es mentira.
Todo es contradicción.







atte.


martes, 24 de abril de 2012

#59

No me puedo pedir dejar de darle importancia, no puedo arrancársela después de todo este tiempo.
¿Y por qué me mata esta sensación de rabia y consternación?

Me recuerdo de que no me pertenece.
Me lo recuerdo todas las mañana.


atte.

lunes, 23 de abril de 2012

#58

Un veintitrés.
Una rosa.
Cientos de páginas.

Y poco más de medio siglo.

Felicidades, doctora.
Que sean muchísimos más.
Te quiero.




atte.
Gé.

sábado, 21 de abril de 2012

#57

Decidir arrojarlo todo sin miramientos, sin preguntas.
Es tiempo de no titubear, y mucho menos por un puñado de sentimientos.

Aferrémonos a lo que tenemos.
El resto poco importa.


atte.
Gé.

jueves, 19 de abril de 2012

#56

Es mi acertijo sin resolver.
¿Cómo pronunciarlo sin caer en una galante traición?


atte.
Gé.

miércoles, 18 de abril de 2012

#55

Nadie puede vivir sin un vicio. Sin una maldita adicción.
Al igual que vivimos por ella, también nos pudrimos por dentro.

Una hoguera, una llamarada, una intensa celeridad de pálpitos.
No me canso de escribirte... Y de condenarte.

Matadme, colgadme y entraguladme
pero me resulta imposible ver como pasa cada segundo y yo sigo a no se cuantos kilómetros de sus labios.

Maldita obsesión la mía.


atte.
Gé.

martes, 17 de abril de 2012

#54


No por mucho madrugar te desquiciarás más temprano.
Levántate, sacúdete, haz que tus vértebras resuenen bajo tu carne. Te toca caer en la dulce locura de la dualidad una vez más, de maldecir al espacio, al tiempo, y a todos las esencias que mueven el mundo.
Malditos hilos, malditas parkas.

Yo solo puedo decir que muero en vida, y vivo en muerte.
Mi cabeza no solo estalla... también se envenena. Por recuerdos contrarios, por recuerdos que duelen.
Por todo lo que se torna gris.

Ven, acércame tus falanges una vez más, aunque sea una tortura.
Para ti, para mí.

Lo sabes, joder, lo sabes.
Ni se te ocurra devolverme esta triste mirada que te dedico ahora.


atte.

sábado, 14 de abril de 2012

#53

Cuando se aprende a entender lo que no se entiende, el motivo por lo que un ventrículo izquierdo impulsa toda nuestra sangre con un simple latido, el latido de que miles de pterodáctilos revoloteen en mi estómago... todo parece encontrar su lugar.

No sé. No sé nada realmente.
¿Y entender? ¿Qué demonios es eso?

Hoy arrojo mis tímpanos a un solo de guitarra, a siete notas suaves, o sencillamente al silencio que hubo entre un instante y otro.
Sigo jugando a la ruletilla, pero esta vez sobre un sendero de baldosas en llamas.
Me estoy quemando. Por dentro.
Me estoy desintegrando.

Pero mi taquicardia lleva tu nombre.
Tu maldito nombre.
Y ahora es cuando maldigo la devastación que provocas en mis expectativas.
En mi lento ritmo cardíaco.



¿Ya es la hora de mi dosis de espasmos?
¿Ya es la hora de que caiga en un bucle?

No, es hora de nervios por vena.
Eso sí, nada de arrepentirse.

Todo sucede por una extraña razón.



atte.
Gé.

miércoles, 11 de abril de 2012

#52


Un parpadeo.
Y otro, y otro.
Recuerdos que se queman con la leña de Octubre. No sé cómo quemarlos en mi cabeza.
Decidimos hace mucho tiempo pagar nuestra traición con una pistola... y cientos y cientos de rosas.

¿A qué demonios estamos jugando ahora?
¿A una nueva clase de ruletilla donde tres balas esperan ansiosamente atravesar mi temporal?

El tiempo pasa deprisa por nuestra venas, y yo maldigo una vez más esta maldita dualidad.
Mato por el iris castaño de tu mirada, lloro por la acidez de la fría realidad que nos separa, y me muero continuamente por este maldito segundo.

Silencio.
Un tic tac que atasca los nervios.

Y esto no cobra nada de significado. Tu nombre no existe.
Ni lo que llevo dentro tampoco.

Otro espejismo sin sombra.

Partiré mi pluma y volcaré mi tinta.
Seguiré condenándote con la boca cerrada.

Tú a tu día a día... y yo a mi dolor matutino.
Y nunca me lo pidas.
Nunca te engañes.

Ya es un error más incluido en el fascinante mundo de las que cosas que me importan una mierda.


atte.
Gé.

#51



Después de un millón de penas y otros miles de años de miseria, vuelvo a jugarme el cuello...
Pero en esta ocasión, puede que no vuelva a levantarme.
Me juego dos bocas de hambre. Me juego dos pares de ojos suplicantes.
Me juego más que mi propio cuello.

El fuego abraza el poco ego que me queda.
Las llamas coronan mis flechas, y mi arco se desliza por mis manos cual compañero
Cual único aliado...
Frente a otras 23 miradas que querrán acabar con los latidos de mi agitado corazón.


Lo hago por ti, Gale.
Lo hago por ti, Prim.
Lo hago por cada uno de los suspiros del Distrito 12.

Lo hago porque he prometido no caer.

Así que silba, sinsajo, silba una vez más sobre el dorado filo de la cornucopia.
¡Que comiencen los Septuagésimo cuartos Juegos del Hambre!



atte.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...