miércoles, 13 de julio de 2011

#15

Agujas de hielo, y palabras cortantes cuales hojas de estoques.

Supongo que me toca gritar y callar, supongo que hablo porque sí, no para complacerte a ti, y sé que pronto habrán kilómetros de por medio. Adiós sonrisas embusteras, hola desprecio perpetuo.
Tarde o temprano debía de pasar, ¿o es que crees que has dejado de lanzar veneno solo porque has mudado de piel y de maneras? No puedes comprar a nadie con un "te quiero" en falso, o con motes empalagosos para dirigirte. No puedes comprarte el cielo después de todo lo que hiciste, ¿o es que sabías que las personas no olvidamos y que las cicatrices no cierran?

Me echaste alcohol, me escupiste palabras tajantes, me pisoteaste como a un insecto solo porque te dio la gana.
Puede que seas más atractiva de cara, pero por dentro supuras de maldiciones.
La confianza me dio más que asco en ese entonces, y ahora también.
Digo lo que me permito decir, y puedo bramártelo a la cara, ¿o es que piensas que soy tan absolutamente cobarde como tú? Las pantallas son muy luminosas y preciosas, y pueden ocultarte el rostro, pero jamás lo que realmente eres.

No nací víbora, así que no entiendo tu actitud... ¿la verdad? No me importa.

He peleado ciento de veces contra ti y contra la sub-raza a la que perteneces.
Tan bajo caes, tan bajo te arrastras... ¡Pero qué se le va a hacer!

Una vez alguien me dijo que en cuanto viese una serpiente en mi jardín le cortase la cabeza, así ya no son peligrosas.

Supongo que rodarán cabezas.
¿La tuya? ¿La de tus amigas?

Alguna.

La mía, no.




atte.

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